Los cazadores de demonios, discípulos de Illidan Tempestira, cargan con un oscuro legado que atemoriza a aliados y enemigos por igual. Los Illidari se sirven de magia vil y magia caótica, energías que durante eones han amenazado Azeroth y que, según ellos, son esenciales para hacer frente a la Legión Ardiente. Con los poderes de los demonios a los que han asesinado, los Illidari desarrollan rasgos demoníacos que provocan repulsión y pavor entre sus congéneres, los elfos.
Los cazadores de demonios sacrifican la armadura pesada para ganar velocidad, lo que les permite recortar distancias rápidamente y mutilar a sus enemigos con armas de una mano. No obstante, los Illidari también deben aprovechar su agilidad en aras de la defensa para asegurar la victoria.
Los cazadores de demonios pueden controlar energías caóticas para sembrar la devastación en las filas enemigas, o bien pueden concentrar sus poderes para resistir el daño y contraatacar con vengativas acometidas.