Desde edad temprana, el llamado de lo salvaje incita a algunos aventureros a dejar la comodidad de sus hogares para internarse en el implacable mundo silvestre; aquellos que sobreviven se convierten en cazadores.
Los cazadores se enfrentan a sus enemigos a la distancia o desde cerca y ordenan a sus mascotas que ataquen mientras preparan sus armas de asta, flechas o armas de fuego. Si bien sus armas son efectivas tanto de lejos como de cerca, los cazadores tienen mucha movilidad. Pueden esquivar o contener a sus enemigos para mantener el control en la arena de la batalla.
Los talentos del cazador fortalecen a sus mascotas, mejoran el daño, efectividad y duración de sus trampas, además de incrementar la velocidad y la potencia de sus ataques a distancia.