Una noche en la Isla Intemporal

por Crithto el September 6th a las 4:00pm

El siguiente diario de viaje es cortesía del oficial y caballero Mayor Payne, que —según la biografía que nos envió— es uno de los íconos de honor y humildad más queridos y nobles de Azeroth. Disfrútenlo.

Al llegar el alba, algo anda mal. Pareciera que el eje de Azeroth se hubiese movido durante la noche y esta vez no tiene nada que ver con el golpe que le propiné a Oondasta en la cabeza. Tengo un mal presentimiento y, si me conocen, saben que no voy a parar hasta descubrir cuál es el problema, encontrar la forma de resolverlo y asegurarme de que alguien vuelva a su casa llorando. Digan la verdad, les encanta mi estilo.

Recibí una gran sorpresa. Acabo de entrar al Valle de la Flor Eterna y siento que mi diario se mueve y cruje dentro de mi cartera. Parece que una persona misteriosa ha garrapateado mágicamente una nota titulada “Un destello de bronce” que dice que tengo que buscar a mi vieja amiga Cromi. Aunque me encanta hablar con chicas lindas y diminutas que me pueden arrancar la nariz de un mordisco, opto por evitar las conversaciones largas y olvidarme de esta sensación de que va a suceder algo terrible. Ella me da un Reloj de bronce curioso que observo perplejo por un momento y pienso: supongo que no pasa nada si uso sus poderes para ver qué sucede. Lo sostendré en una mano y le pasaré la otra por encima, y . . . *¡FUUUUSH!*

Ahora bien, según la brújula de mi Navaja gnómica y los cálculos que hice observando las estrellas que de pronto aparecieron en el cielo, estoy al sudeste del Bosque de Jade en lo que, según me dicen, es el Desembarco Tushui de la Isla Intemporal. Mmm, esto no estaba aquí ayer cuando pasé nadando durante mi entrenamiento diario alrededor de Pandaria. ¡Creo que nos espera un desafío! No hace falta decirlo, pero igualmente lo diré: probablemente todas las criaturas vivientes de este planeta perciben mi existencia y mi gloriosa presencia. Así que, ¡en marcha!

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No había pasado ni un minuto en la isla cuando advertí un Pinzaespina antiguo mirándome feo. ¡A las armas, alcornoque! Entro en combate con el crustáceo iracundo que se atreve a rasguñarme la preciosa armadura con su Aluvión de garras. Eso es... ¡inaceptable! Con un poderoso golpe de mi martillo lo hago chillar y caer en redondo. Para mi sorpresa y regocijo, veo que tiene un nuevo tipo de moneda que nunca antes había visto: ¡Monedas intemporales! Y como si fuera poco, el crustáceo tosió un Talismán inferior de buena fortuna. Cha-ching!

No hay tiempo de admirar las cosas que no son tan impactantes como yo. Con entusiasmo me sumerjo en el bosque y me alejo de la Costa intemporal en busca de más aventuras. Mientras aniquilo reptiles sin extremidades, grullas rabiosas y yaks enfadados, descubro el Patio celestial. Está rodeado por habitantes de Pandaria, vendedores, hozen y, miren, ¡ahí están Chen y Li Li Cerveza de Trueno! Y ahí está el infame Fo Sho Nudillo Contundente y el Rey Mono, el Viejo Zarpa Collado y, oh, ¡hasta Ling de las Seis Pozas! Es una leyenda en Corona de Hielo por su amor al queso.

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Entonces me topo con el Maestro Li, que me ofrece la oportunidad de enfrentar a otros campeones en un torneo épico de Duelos de mascotas. Acepto y Wrathion, Joyatrón 4000, Maestra tétrica Kiryn... todos caen contra mi excelente equipo. ¡¿Qué tal?!

A continuación, me enfrento a los hijos de los Celestiales, que —dicho sea de paso— son impactantes. Pero, desafortunadamente, no tanto como yo. Caen uno por uno y como recompensa obtengo algunas Monedas celestiales. Al final, el Maestro Li me ofrece adoptar a alguno de los hijos que he derrotado como mascota y, como demostré quién manda en la arena, elijo a Yu'la, de la estirpe Yu'lon. Vamos, ¿quién no querría tener un dragón de compañero de batalla?

Desde el oeste, me llega el olor de la cerveza artesanal, pero no es tan agradable como uno supondría. De hecho, huele más bien a perfume de Mofeta de las tierras altas. Enfilo hacia lo del Viejo Pi'jiu donde encuentro varios Elementales de cerveza apestosa. Apestosa... quién lo hubiera pensado. A golpes me deshago de estos seres olorosos pero lo único que logro es llenar un tonel gigante que invoca a Zhu-Gon el agrio, un ser aún más hediondo. Pero esto no representa un problema. ¡CAPÚM! ¡PAM!! ¡BUM! Lo derribo y en la mancha que queda en el pasto descubro mi propia mascota Elemental de cerveza hedionda. Ahora mi equipo será un poco más variado . . . Basta, Grisez, estaba bromeando.

Uf, con toda esta aventura casi me canso. ¡Dije casi! En ese momento oigo un balido patético. Digo balido porque estos yaungol son solo un rebaño de ovejas. Especialmente los que se encuentran alrededor de las Ruinas del caminante del Fuego. Justo cuando estoy por destruir una villa entera de estos bastardos pulgosos, veo un cofre enorme escondido detrás del muro. ¡PUM! Con todos los yaungol aturdidos, abro rápidamente el cofre y vuelvo para acabar con todos. Cuando la gresca está acabada, me doy cuenta de que he recolectado algún tipo de botín épico. Es solo un objeto, pero la inscripción que tiene me dice que puedo crear una pieza de armadura si logro canalizar su poder. ¡Payne está de estreno!

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En serio, la cantidad de terreno que debo cubrir y de criaturas con las que debo luchar es tan grande que no se puede expresar con palabras. Ni voy a intentar contarles sobre Ordos y sobre por qué tengo trozos de flameantes de él incrustados en mi escudo. Solo digamos arrasé con esta is . . . ¡ay! Una de estas pulgas yaungol me mordió y ahora tengo una roncha. De todos modos, mis historias tienen fama de derretir mentes rápidamente, por eso solo les diré lo siguiente: la Espesura Susurro de las Sombras, el Paso de las Piedras Rojas, la Senda Llameante, la Caverna de los espíritus perdidos, una misteriosa calavera voladora y un mundo fantasmal lleno de cofres. Hay muchísimos eventos, encuentros, animales olorosos y delicias para que disfrutes. ¡EN MARCHA!