Thrall: antes y ahora

Thrall
por Blizzard Entertainment el December 28th a las 11:19pm

Las ciudadelas fortificadas yacen en ruinas; los otrora bosques verdes arden brillantemente bajo el crepúsculo de la puesta del sol; y las extensiones áridas de desierto, conocidos por atraer incluso a los viajeros más resistentes, albergan oasis llenos de nuevas especies de flora.

La devastación de Azeroth ha cambiado una gran cantidad de cosas. Aunque los paisajes alterados de los Reinos del Este y Kalimdor pueden ser la evidencia más notable del violento regreso de Alamuerte, muchos de los héroes de Azeroth también han sido objeto de drásticas transformaciones físicas y mentales.

Thrall ha sufrido una de las metamorfosis más notables en Cataclysm. Él ha llevado muchos títulos en su vida: esclavo, gladiador, chamán, jefe del clan Lobo Gélido y, recientemente, Jefe de Guerra de la Horda. Ahora, mientras el hijo de Durotan deja el manto de Jefe de Guerra y se vuelve a poner la simple vestimenta de chamán, echamos una mirada atrás y vemos su viaje y los eventos que lo han transformado en el orco que es hoy en día.

 

 

 

 

La Horda orca fue antaño un arma demoníaca de masacres indiscriminadas; un lejano punto de partida respecto a los orcos orgullosos y de origen chamanístico. Sin embargo, el ascenso de Thrall para convertirse en jefe de guerra lo cambió todo. Tras escapar de su esclavitud del humano Aedelas Lodonegro, Thrall ayudó a unir los vestigios de la Horda, vigorizó las tradiciones chamanísticas de los orcos y estableció un refugio para su asediada raza en las áridas tierras de Durotar. En los años siguientes, la imagen del jefe de guerra Thrall portando el legendario martillo de guerra y la armadura de batalla negra del difunto Orgrim Martillo Maldito, estaba grabada en la memoria tanto de amigos como de enemigos. Thrall personificaba todo en lo que se había convertido la horda; su valentía, su fuerza y su honor.


Cuando los espíritus elementales de Azeroth empezaron a crecer erráticamente justo antes de la devastación, Thrall se debatía entre sus mundanas responsabilidades como jefe de guerra y sus obligaciones espirituales como chamán. Al final, siguió sus instintos y le confió el control de la Horda, y todo aquello que había forjado, a Garrosh Grito Infernal. Thrall también se deshizo de la armadura que le representó como jefe de guerra y se vistió con las simples vestiduras y abalorios de oración de un chamán. Mientras que Garrosh ha hecho cambios discutibles a la Horda en los últimos tiempos, Thrall permanece centrado en disipar las fuerzas que amenazan con despedazar el propio Azeroth. Algunos miembros de la Horda puede que lo quieran como jefe de guerra, pero, por sobre todo lo de más,el mundo lo necesita como chamán.

En los siguientes meses, analizaremos las transformaciones de otros personajes clave, incluyendo a Garrosh, Anduin Wrynn y Magni Barbabronce.