Orgrimmar fue fundada en los valles y las cavernas del norte de Durotar como el nuevo hogar de la raza orca y capital de la Horda. Bautizada con el nombre del gran Jefe de Guerra orco, Orgrim Martillo Maldito, es el lugar de residencia de muchas de las diferentes razas que conforman la Horda.
El pánico se ha apoderado de Orgrimmar, Ventormenta, Cima del Trueno y Forjaz. En cada una de estas ciudades capitales, los guardianes han dado la orden de que los ciudadanos deben evacuar en preparación a lo que consideran que será una invasión elemental de proporciones catastróficas.
Ha habido muy poco progreso para enmendar la situación funesta de Azeroth. No obstante, Thrall siguió en búsqueda de respuestas. Hace poco viajó a Nagrand, la tierra de sus ancestros, en el devastado mundo de Terrallende. En el legendario Trono de los Elementos, se reunió con otros chamanes sabios, incluyendo la venerable enana Gavan Plumagrís, con el fin de deducir aunque sea la mínima pizca de entendimiento que le pueda ayudar a salvar a Azeroth de su ruina.
Después de la aparición de los agentes del Martillo Crepuscular en Orgrimmar y Ventormenta, los defensores de Azeroth rápidamente frustaron el intento del culto por destruir ambas ciudades capitales. No obstante, dichas victorias no han logrado calmar el miedo que hay en relación con el desastroso estado de Azeroth; los terremotos siguen agitando al mundo con mayor frecuencia que antes; los espíritus perversos de fuego han envuelto a Orgrimmar en llamas y amenazan con reducir a cenizas la capital de la Horda; del otro lado del Mare Magnum, la afluencia repentina de espíritus de tierra ha sacudido los cimientos de Forjaz, llevando al otrora indomable bastión enano al borde del colapso.