Cuando el Rey Exánime perdió el control sobre sus caballeros de la muerte, los que antes eran sus campeones encontraron un nuevo propósito como Caballeros de la Espada de Ébano. Después de ponerse el yelmo para mantener a la Plaga de no-muertos a raya, Bolvar Fordragón convocó a una nueva generación de caballeros de la muerte a que se unieran a la causa de la Espada de Ébano.
Los caballeros de la muerte enfrentan a sus adversarios cuerpo a cuerpo, complementando los golpes de sus armas con magia oscura que deja al enemigo vulnerable, o le causa daño por medio de poder profano. Por lo general, éstos arrastran a sus oponentes a batallas uno contra uno, impidiendo que ataquen a sus camaradas de menor aguante. Para impedir que el adversario huya, los caballeros de la muerte deben siempre estar conscientes del poder que invocan de las runas y adoptar un ritmo de combate adecuado.
Los caballeros de la muerte pueden aumentar sus facultades defensivas al concentrarse en la capacidad de sanarse a sí mismos por medio de runas de sangre, aumentar su daño y ataques con hechizos a través de runas de hielo e invocar esbirros y lanzar enfermedades a través de runas profanas.