Los druidas aprovechan los vastos poderes de la naturaleza para preservar el equilibrio y proteger la vida. Conforme se vuelven más diestros, los druidas pueden canalizar la energía pura de la naturaleza contra sus enemigos, descargando furia celestial desde grandes distancias, inmovilizándoles con enredaderas encantadas o atrapándoles en implacables ciclones.
Los druidas son combatientes versátiles capaces de desempeñar cualquier rol: sanación, tanqueo o daño. Es de vital importancia que los druidas adapten la forma de su elección a la situación actual, ya que cada una tiene un propósito específico.
Los talentos del druida están enfocados al aumento del poder de sus formas naturales y animales, mejorando su capacidad de invocar fenómenos naturales o incrementar la potencia de su magia de sanación.